Sonrisas en la UCI

Paquita Tiritas (Susana Giner)

En la UCI pediátrica del Hospital General de Alicante visitamos a Mireya de 12 años. La niña había ingerido sosa caustica y se había quemado por dentro. Las médicas nos comentaron que no conectaban con ella, que no se comunicaba. Estaba consciente, pero no respondía cuando le preguntaban. El primer día que entramos a su habitación nuestra sensación fue la misma, nos miraba fijamente pero no trasmitía nada. Al siguiente día volvimos a verla y le preguntamos si le gustaba la música. Al principio no se comunicó, pero al intentarlo por segunda vez, respondió asintiendo con la cabeza. Comenzamos a cantar “Un barquito de cáscara de nuez” e interrumpíamos la canción discutiendo entre nosotras: que dónde va el barco, que si cómo puede ser que un mosquito vaya navegando en él, eso no puede ser, que si viene una tormenta cómo te vas a poner a cantar… Mientras, ella nos miraba atenta. De pronto sus ojos y boca sonreían. Las enfermeras estaban alucinadas y comentaban que éramos las únicas que habíamos conseguido conectar con ella. Además, habíamos conseguido hacerla reír.

Susana Giner (Paquita Tiritas)

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¿Podemos no pasar?

Teo Mómetro (Pantxi Coves)

Tocamos a la puerta pidiendo permiso para entrar a la habitación de Luisa, una niña de 7 años diagnosticada de un sarcoma de Ewing (un tipo raro de cáncer de hueso). Ella está callada y pintando, entretenida. Nos mira y deja de mirarnos, se hace la interesante.

– ¿Podemos pasar?

La niña agita la cabeza en negativa, mientras aprieta la boca que contiene una risa que trata de disimular. Sigue pintando.

– A lo mejor no hemos planteado bien la pregunta.

Nos decimos en voz alta la Dra. Pili Dora (Paqui Noguera) y yo. A partir de ese momento, cada propuesta que hacemos Pili Dora y yo es un “No” por parte de Luisa. Este procedimiento se convierte en un fabuloso juego en el que provocamos la participación de la pequeña, hasta el punto en el que deja de pintar para atender cualquier propuesta y negarla al instante. Le damos la vuelta a la tortilla.

– ¿Podemos no pasar?

Entonces se vuelve hacia su padre que se encoge de hombros mientras se ríe. Como Luisa no contesta, entendemos que podemos entrar y entramos.

– ¿Ese señor es tu papá?

Y la niña se aguanta la risa y las ganas de contestar porque no quiere decir que no. El juego evoluciona a la búsqueda de preguntas que le generen contradicciones. Luisa acumulaba conflictos y de vez en cuando, respondía “No”.

Finalmente le preguntamos: ¿Quieres que nos vayamos?

Y aquí se rio diafragmáticamente y no contestó. Solo apretaba la boca y volvía a pintar. Nos íbamos y le dijimos adiós.

– ¿No nos dices adiós?

Y ella niega con la cabeza, mientras aprieta de nuevo la boca que esconde esa risa que sigue tratando de disimular.

Pantxi Coves (Teo Mómetro)

Una canción triste

Doc Tornillo (Quique Montoya)

Entramos en la habitación de Ander, de 10 años, ingresado en el Hospital General de Alicante. Al preguntarle si quería una canción alegre o triste, nos contesta, con complicidad y picardía en los ojos, que prefiere una triste. Al instante mi compañero, el enfermero Teo Mómetro (Pantxi Coves) y yo, comenzamos a improvisar una canción en la que todas las mascotas de Doc Tornillo (el nombre de mi payaso), se iban muriendo por diversas razones: un constipado, un atropello de camión, una caída por un precipicio… Cada vez que la canción se ponía más triste, Ander iba riendo más y más, hasta el punto de pedirnos que fuera lo más triste posible. Una vez terminada, los payasos nos quedamos con una tristeza teatral que a Ander no podía ocasionarle otra cosa que reír aún más. Ander nos dio una gran lección. Y es que a veces es necesario reírnos de las tristezas y hablar tranquilamente de la muerte. Los niños, en la mayoría de las ocasiones, están mejor preparados que los adultos para afrontar situaciones difíciles, entre ellas la muerte.

Quique Montoya (Doc Tornillo)

Apreta el botón

Enfermera Paquita Tiritas (Susana Giner)

En otra habitación encontramos a Mireia de 6 años, ingresada por fractura al caerle la tele encima. La hemos visitado varias veces, pero siempre se muestra muy seria y tímida. Su padre nos recibe con sonrisas, pero ella nos mira con desconfianza. El último día que la visitamos, ella estaba jugando con un muñeco que hacía una musiquita cuando le tocaba un botón. Mi compañero Doc Tornillo (Quique Montoya) y yo comenzamos a andar como muñecos robóticos por la habitación al sonar la musiquilla. Cuando Mireia la paró nosotros también paramos. Ella enseguida capto el juego y volvió a hacerla sonar. Nillo (abreviatura de Doc Tornillo) y Paquita Tiritas (el nombre de mi payasa) no podían parar de andar y si llegaban a una pared seguían intentando andar, como los juguetes que se quedan atascados sin cambiar de dirección en su empeño por seguir adelante. Aquello despertó las carcajadas de Mireia, que paraba la música para darnos un respiro. Nillo y Paquita suspiraban aliviados, pero la niña rápidamente volvía a accionar el botón. Nillo y Paquita intentaban salvarse el uno al otro cuando quedaban obstaculizados en su marcha por una silla o una pared, pero como no podían parar de andar, o bien pasaban de largo por al lado del compañero, o bien quedaban atrapados junto a él, dándose ambos trastazos contra la pared. Mireia no paraba de reír y esta vez no quería que los payasos se marcharan de la habitación, se lo estaba pasando bomba y nosotros ¡felices por verla reír al fin! Me embeleso.

Susana Giner (Enfermera Paquita Tiritas)

Florinda en su jardín

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Doctora Pili Dora Comprimida (Paqui Noguera)

Quan vam arribar, Florinda estava a l’habitació de Victor i va haver d’anar-se’n a la seva per què anaven a veure-la els metges, i abans d’anar-se’n ens diu: «¡Ey! Ahora vuelvo, no os vayáis sin verme». Florinda té 17 anys i a pesar de que es major no pot passar sense nosaltres. Va ingressar a l’Hospital General d’Alacant per una recaiguda de leucèmia. El diumenge anterior estava en la festa de les famílies. Pareix ser que allí mateix va començar a trobar-se mal i se’n van anar abans de dinar. Primer pensaven que tenia una altra cosa, apendicitis, però finalment es confirma la recaiguda.

La visita amb els metges s’ha allargat i hem fet l’actuació a Victor, per tant hem anat més tard a l’habitació de Florinda. Al final no ha pogut sortir de la seva habitació fins i tot l’han sondat. Teo Mómetro (Pantxi Coves) portava la melòdica, i ja en la seva habitació, hem fet una improvisació musical on hem inclòs una lletra especial per a ella: «Florinda, flor flor linda, eres flor y eres linda, la más bella del jardín, yo la quiero para mí«. Va gaudir moltíssim. Florinda al dia següent estava a la UCI. Al arribar ens informen que està molt greu, sedada, intubada, inconscient. La meua intenció era treure forces i cantar-li la cançó que havíem inventat el dia anterior, però no va a poder ser. Va a ser saludar-la, començar a tocar un acord, i no vaig poder contenir les llàgrimes. Així que la van a acompanyar amb un poc de música d’ukelele i melòdica, i ens va acomiadar de ella de esta manera. Eixa vesprada va faltar. “Florinda, allá donde estés, seguro que seguirás siendo la flor más linda del jardín”.

Paqui Noguera (Doctora Pili Dora Comprimida)

Así da gusto

Doc Tornillo

Doc Tornillo (Quique Montoya)

Gabriela es una bebé de 21 meses con una Bronquiolitis que está con su mamá en la UCI del Hospital General de Alicante. Cuando entramos en su box la enfermera está poniéndole las gafas de respirar. Observamos que la pequeña está muy inquieta, asustada y agobiada, por lo que llora con mucha fuerza. Mi compañero Teo Mómetro (Pantxi Coves) y yo nos acercamos poco a poco tocando una canción muy melodiosa que utilizamos en estos casos: “Nuvolant”. De repente aparece una pompa de jabón por encima de nuestras cabezas. Doc Tornillo (el nombre de mi payaso), en un descuido había probado utilizar ese recurso tan mágico. Gabriela enmudece y se queda mirándonos fijamente. La enfermera, aprovechando la quietud de la niña consigue ponerle las gafas sin ningún problema. Finalmente, Gabriela y su mamá se tranquilizan. Al terminar, la enfermera nos dijo: “Así da gusto trabajar”.

Quique Montoya (Doc Tornillo)

Tocando el Ukelele

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Enfermera Paquita Tiritas (Susana Giner)

En la UCI del Hospital General de Alicante, fuimos a visitar a Elena, una niña de 10 años con PCI (parálisis cerebral infantil), la cual padece un síndrome raro. Es una especie de retraso que le impide conectar con su alrededor. Las enfermeras nos dicen que no se entera mucho. Le tocamos una canción con el ukelele y ella tiene la mirada como perdida. Pero cuando ve el instrumento no para de mirarlo. Me aproximo y ella sigue con sus ojos el instrumento. Se lo acerco y la invito a tocar. Cojo su mano y deslizo sus dedos por las cuerdas, la pequeña entusiasmada repite el gesto por sí misma.

A la semana siguiente la encontramos con su madre en la cuarta planta. La señora muy contenta nos comenta que las enfermeras le dijeron que su hija estuvo tocando el ukelele. Volvemos a cantar para ella y Elena hace sonar las cuerdas, mientras su mamá sonríe junto a ella.

Susana Giner (Enfermera Paquita Tiritas)

La graduación de Daniel

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Paquita Tiritas (Susana Giner)

Un día fuimos a visitar a Daniel, un chaval de 12 años que se había quemado con una hoguera en las fiestas de su barrio. Había estado 3 semanas en la UCI y ahora se encontraba en la Unidad de Quemados. Tenía las paredes de la habitación llena de cartulinas con collages que le habían hecho los compis de su clase. La Dra. Pili Dora Comprimida (Paqui Noguera) y yo jugamos con las frases que le habían escrito y le compusimos una canción utilizándolas.  

Daniel nos comentó su preocupación por no poder asistir a la fiesta de graduación de primaria que tendría lugar en su colegio, ya que seguramente, la semana próxima aún estaría ingresado. Ante tal inquietud, le propusimos que si así ocurría, podríamos grabar un video de graduación para que lo mandara a sus amigos del cole. 

A la semana siguiente, el muchacho todavía estaba hospitalizado. Tal y como habíamos quedado, lo hicimos. Improvisamos una ceremonia de graduación con las enfermeras presentes y su madre grabando. Incluso le pusimos un gorro improvisado y hasta una banda con papel higiénico. Daniel se partía de la risa. 

Susana Giner (Enfermera Paquita Tiritas)

El gesto de Ximo

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Enfermero Teo Mómetro (Panchi Coves)

Ximo tiene 2 añitos, está en el box nº 2 de la UCI del Hospital General de Alicante por un tumor cerebral. Ya lo han operado 3 veces. Este niño es un caso complicado, desde luego. Visiblemente su afección le genera convulsiones, espasmos y tics de forma continua. Parte de ellos, al parecer, cesan cuando duerme.

Durante nuestras visitas hemos recurrido a estimularlo musicalmente por sugerencia del Dr. Roberto, el jefe de la UCI pediátrica. Ese día Ximo estaba consciente. Tenía una acompañante, no sabemos si la madre, un familiar o su tutora. En cualquier caso, estaba muy contenta de que estuviésemos allí para el pequeño.

Comenzamos a entonar “Endivinàfrica”, canción creada por nosotros donde se requiere la participación de los oyentes, pero no hacía falta buscar la respuesta de Ximo, bastaba que fuera mero espectador.

El resultado fue tal, que al terminar y marcharnos, todos animamos al crío a decir adiós, en especial la señora que lo acompañaba, que le sujetó la mano articulándola a modo de despedida. Cuando soltó su extremidad se la veía afligida, triste, desesperada…, deseando que Ximo fuese autónomo.

Para sorpresa de todos los presentes, el niñito dejó su manita suspendida en el aire e hizo un esforzado saludo por cuenta propia. La señora se echó las manos a la boca y retirándose a la pared, se echó a llorar de alegría y emoción.

A mi compañera, Pili Dora Comprimida (Paqui Noguera) esto le conmovió profundamente. Y jolín… a mí también. Sentí que habíamos sido eficaces en nuestra misión.

Panchi Coves (Enfermero Teo Mómetro)

Estruendo en el aseo

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Esa mañana en el Hospital General de Alicante, hicimos varias visitas con el tema de los pedos, que no solemos utilizar mucho, pero ese día surgió en la habitación de Andrés. El muchachito tenía 4 años y no quería que entráramos. Le precisamos que sólo era para usar el aseo y de este modo nos dejó pasar.

La Doctora Pili Dora Comprimida (Paqui Noguera) dentro del cuarto de baño, la enfermera Paquita Tiritas (el nombre de mi payasa) en la puerta esperando. Pili Dora “petorra” perdida y Paquita Tiritas sofocada dando escusas: que si las lentejas… que si las cañerías… medio mareada por el tufillo. El niño, con cada estruendo del “petorro”, se mondaba de risa.

Su negativa a jugar con nosotras se convirtió en un desternillante juego para todos.

Susana Giner (Enfermera Paquita Tiritas)

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